CUENTO OCTAVITO Y EL NIÑO FANTASMA
OCTAVITO Y EL NIÑO
FANTASMA
Caía la tarde y el sol con sus
lastimeros rayos se iban apagando quizás
muriendo ese día de otoño, inexorablemente las hojas de los arboles caían, los
arboles se desnudaban ante la estación, poco a poca se oscurecía, los pájaros
retornaban a sus nidos en búsqueda
incesante de sus crías que esperaban ser alimentadas; la penumbra se hacía más evidente, el niño dejó de
jugar y corrió a los brazos de su nana,
llorando- preguntole que pasa Octavito? Que sucede –allí está, allí está- respondió el niño señalando con su
dedito índice , en dirección de la niebla que había comenzado
a caer y se hacía imposible de ver el
prado colindante , asustada por la actitud del pequeño solo atinó a dirigirse a
la mansión que se encontraba no muy
lejos entre una alameda de pinos de un
intenso verdor con su cerco de crisantemos embellecidos por enredaderas de buganvillas
de color lila, le daban a la mansión un aspecto de un
cuento de hadas; Ella corría por la vereda culebrearte de finas lajas de colores al filo
de la laguna artificial de la
mansión y que se dejaban ver unos peces ornamentales que vivazmente se desplazaban presagiando la
llegada de la noche . Al preguntarle a Octavio que significaban sus palabras,
allí está, allí está , es mi amiguito respondió , que viene a jugar conmigo ,
antes de que llegaras , le dijo a la nana , estuvo aquí es muy bueno y me hace compañía , la nana
pensó que el niño estaba delirando y optó por arroparlo bien en su cama y contarle un cuento hasta que se
quedó profundamente dormido, Mucho de lo que ha dicho ese niño debe ser
cierto, pensó la nana , tocándose la cabeza para ver si era concordante con lo
real , sonó el teléfono y dio un salto por que le sorprendió el timbre en sus
cavilaciones ;
En la mañana siguiente , pudo
contarle a los padres del niño lo ocurrido y como respuesta recibió que estaba
viendo muchas películas de misterio y que no se preocupara , esto incomodó a la
nana por que se puso más aguda en la observación al niño mientras este estaba
solo , se quedó en un rincón de la habitación tras un ropero con puertas y mientras se
acomodaba, la ventana que daba al jardín exterior , se abrió violentamente y la
cortina que la cubría se levantó como para dejar pasar algo, el niño aún se encontraba dormido y después todo se puso
en calma .
Mientras se disponía a salir del sitio de
observación sintió en el exterior de la mansión el llanto de un niño, era
Octavito se encontraba al filo de la
laguna, frotándose
los ojos con sus manitas llamaba a su nana, ella salió muy de prisa hacia
el exterior y vio a Octavio todavía
soñoliento con el pijama puesto y
descalzo llorando, cogió al niño con sumo cariño y estrechándolo en su pecho lo
abrazó a fin de calmarlo , en ese momento se percibía un silencio perturbador y vio la ventana de la habitación abierta
y con las cortinas que flotaban con la brisa del viento que empezó a hacer .En
ese momento se percató que a lo lejos un niño de semejante edad de Octavito con un vestido sumamente
envejecido y descalzo correr , sin pisar
el prado verde colindante con la mansión y se perdía entre los arbustos de rato en rato volteaba para mirar, diluyéndose luego como una bruma blanquecina
poco común en ese día.
Autor: Ernesto Castillo
Tafur DNI 08742639 (ect09/05/2013)
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