QUE SUCEDIO UN DIA COMO HOY 30 DE NOVIEMBRE EN NUESTRA HISTORIA
Apolinar Morillo nace en el burgo serrano de San Lázaro, no lejos de
Trujillo de Venezuela, tierra de pan coger donde se asientan los indios
tirandáes mientras es regado por la cuenca del río Jiménez, y ello acontece
hacia 1787 en un hogar compuesto por el ejemplo del trabajo y la rectitud de sus
ejecutorias. Y allí crece Apolinar en un medio cerrado con el campo agrícola que
tiene ante los ojos, sin mayores vaivenes, hasta que los sucesos confusos oídos
en la turbamulta de los hechos sobre los acontecimientos invasores que ocurren
en España y sus repercusiones en América reavivan el celo y la desconfianza, y
cuando en 1810 la provincia comienza a arder con los bandos patriota y
monárquico ya en juego, tal vez por un sentimiento lógico de compañerismo el san
lazareño entra a pensar en la necesidad de hacerle compañía a una patria
americana de la que se habla, por lo que con este impulso inicial abandona el
lar nativo para enrolarse con la rueda de la fortuna en las primeras acciones
militares que aprendiendo sobre la marcha se suceden en estas Primera y Segunda
efímeras repúblicas de ensueño, de cuyos trasteos y acciones en que interviene
en 1813 el soldado Morillo es ascendido a Alférez (subteniente), y pronto, ya en
los aciagos días de 1814 en que aparece la sombra siniestra del bravo militar
astur José Tomás Bobes, las insignias que corresponden le son conferidas con el
ascenso a Teniente del Ejército en que lucha, desde luego que por méritos
obtenidos en los campos de batalla.



La
entrevista de ambos personajes fue larga y cordial, con muchas imágenes de la
guerra, mientras a Obando se le iluminaba el seso, que no el entendimiento, al
pensar de una manera horrible, que fue cuando le dijo a Morillo, sin mayores
rodeos que dada su condición de militar y como hombre de confianza, que ya se lo
expresara Flores, lo tenía escogido para llevar a cabo una misión secreta en la
serranía cercana con personal a su mando, o sea eliminar físicamente al cumanés
Antonio José de Sucre, por el temor que se tenía respecto al mando definitivo
que iba a ejercer en amplios lugares del Ecuador y sur de Colombia. Por el
principio castrense de la ciega obediencia, que no puede ser rechazado y para
evitar consecuencias en su persona y traslado, ayuno de disputas tuvo que
aceptar la encomienda fatal sin esgrimir objeciones, poniéndose así en contacto
con el guerrillero mestizo José Eraso (cómplice que indica el sendero a seguir),
pastuso de la confianza de Obando y con dos más ayudantes, de donde tal
cuarteto siniestro se dirige hacia el sitio montuoso de Berruecos, en el camino
que viene de Neiva por Popayán, y que con poca escolta transitara plácidamente
ese gris viernes 4 de junio de 1830 el mariscal Sucre proveniente de Bogotá y
una vez terminada la labor parlamentaria que a la cabeza del Congreso Admirable
efectuara en la capital de la república, así como de haberse despedido, quizás
presintiendo ambas muertes, con el Presidente de Colombia, Simón Bolívar. Sobre
este vil asesinato en que participan además dos peruanos y un colombiano
tolimense, fuera del coronel Morillo, quien es considerado el autor material,
porque el intelectual hoy nadie niega que fue Obando, se ha escrito innumerables
estudios, dada la importancia a fin de recuperar información por la calidad que
tenía el occiso, aunque para otros este hecho bochornoso no era entendido tan
grave dentro de la situación de la época, al considerarlo uno más caído en la
contienda. Sobre este muerto de lujo, “el Abel de Colombia”, como lo llamara
Bolívar, se ha escrito mucho en el trance hacia la vida eterna, y para ello
basta con citar los estudios que reposan en la fundación-biblioteca Luís Ángel
Arango, de Bogotá, y el excelente trabajo de análisis e interpretación llevado a
cabo por el erudito académico de origen catalán Manuel Pérez Vila.
Fue destacado médico y profesor en el Perú de su época. Fue tres veces decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos, catedrático de Patología General, de Clínica Médica, de Medicina Legal, de Nosografía Quirúrgica, de Teoría de Partos, de Patología y Clínica Propedéutica y Semiología y, finalmente, de Clínica Médica de Varones.
De igual manera, fue presidente de la Academia Nacional de Medicina, entre 1921 y 1923, y el primer médico latinoamericano en ser nombrado Miembro de Honor de la American Academy of Medicine, en Nueva York.
1903.- Muere Francisco Blanco García, escritor e historiador peruano.
(Astorga, 1864 - Jauja, 1903) Historiador de la literatura
española. En 1880 entró en la Orden de los agustinos. Estuvo en el convento de
El Escorial y más tarde en Sudamérica. Se le debe Fray Luis de León: estudio
biográfico crítico y, sobre todo, La literatura española en el siglo
XIX (3 tomos, 1891-93); es una obra esencial para el estudio literario de la
época, aunque muchos de sus juicios ya no son válidos; incluye las literaturas
en lengua catalana y gallega. Clarín la atacó por considerarla parcial. Otras
obras de menor importancia son Sor Juana Inés de la Cruz, Santa
Teresa y San Agustín y su época.

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