CUENTO :EL VUELO DE LAS ALONDRAS autor ect
EL
VUELO DE LAS ALONDRAS
Alonso por primera vez sentía que
el corazón le latía fuertemente miró a
todos lados pero no se percató que las miradas
atentas de una preciosa alondra parada sobre una de las ramas del viejo
roble que batiendo sus alas quería decir algo , asustado por la presencia
inesperada del ave se quedó atónito y
pudo escuchar el murmullo de varias aves ahora y que seguían llegando sin cesar
a posarse en las ramas extendidas de aquel árbol que habría visto desde
que tenían uso de razón, pero ahora veía
que se iba llenando de la misteriosa
actitud de aquellas aves que se mostraban alborotadas ,con sus
crestas erizadas; corrió hacia el
cobertizo de la casa y se refugió debajo
de una escalinata de madera y mirando
por una rendija , veía que el viejo árbol de roble se iba llenando de muchas aves
de color gris y marrón que hacían contraste
con el verdor de sus hojas , se preguntó
que podía estar pasando y, salió cautelosamente
del escondite , cuando el sol se iba ocultando paulatinamente por el
horizonte llenando la escena de un color rojizo intenso , que las alondras
alborotadas aun mas con sus trinos a un solo concierto de sonidos; Era un
atardecer majestuoso que se tornó de
inmediato sombrío por la amenaza de lluvia que las alondras se encargaron de
presagiar y absorto miraba lo acontecido pero no salía de
su asombro todavía , en eso escuchó la voz de su madre que lo llamaba Alonso! Alonso!,
vení a guarecerte , no vez que se acerca la tormenta, en eso
una ráfaga de viento con lluvia cayó sobre el lugar, Alonso , ahora mirando desde la
ventana veía como los nidos de las
alondras caían al suelo y con ellos los
polluelos que clamaban a su madre , entonces, es que Alonso salió corriendo a través
de la lluvia para recoger uno a uno los
polluelo colocando en la canasta que llevaba en su brazo izquierdo y los cubría con una manta , empapado de
lluvia y con la canasta llena regresó a
la vivienda y acercándose a la chimenea que había comenzado a dar calor
depositó allí su apreciado rescate. Los polluelos
piaban sabiéndose protegidos, el estruendo de los rayos que caían esa tarde
iluminaban el paisaje que comenzaba a oscurecer y el viejo roble majestuoso se veía
imponente cada vez que los relámpagos iluminaban el cielo su
enorme follaje, luego llegó la noche . Alonso caía rendido en el regazo
de su madre que no podía creer en la
proeza de su hijo de haber rescatado a esas indefensas criaturas que ahora se
encontraban ante el calos que les proporcionaba la chimenea; Subió a su dormitorio en brazos de su madre ,
pues yacía profundamente dormido ,quedó allí, como si miles de ángeles estarían
velando su sueño
Los primeros rayos de sol
asomaron por la ventana iluminando el dormitorio y despertándose de inmediato, solo atinó a preguntarse ¡¡¡¡ los polluelos? Y
de un salto estuvo en pie para ir en busca de su preciado rescate , bajando presuroso cogió la canasta
se dirigió al viejo roble en busca de las demás alondras pero no hallo a
ninguna , desalentado retiró la manta que cubría esta y salieron volando los
polluelos que con sus pequeñas alas emprendieron vuelo ante la atónita mirada
de Alonso que una vez más sintió el
mismo asombro del dia anterior, una nueva bandada revoloteaba en el cielo azul
de ese día maravilloso; había sucedido un mágico acontecer del viejo árbol de
roble
Autor: Ernesto Castillo Tafur (ect.06/05/2013)
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